“La tormenta perfecta de Milei golpea a la industria textil: importaciones récord, fábricas vacías y salarios hundidos”
El empresario textil y vicepresidente de la Fundación ProTejer, Marcos Meloni, advirtió en diálogo con AM 1070 que el sector atraviesa “el peor momento en décadas” por la política de apertura indiscriminada, la caída del consumo y los tarifazos. Denunció que el país “duplicó las importaciones de ropa mientras las fábricas locales trabajan al 40% de su capacidad”.
El saldo de dos años: una industria al borde del colapso
Dos años después del desembarco de Javier Milei en la Casa Rosada, el balance industrial se tiñe de gris. En diálogo con el programa Palo y Zanahoria (AM 1070), Marcos Meloni, empresario textil, vicepresidente de la Fundación ProTejer y referente del Movimiento Productivo 25 de Mayo, trazó un diagnóstico devastador:
“No es malo. Es pésimo. La única forma de que sea peor es que siga todo igual”, resumió.
Meloni enumeró una cadena de factores que conforman lo que definió como “una tormenta perfecta”: un mercado interno sin poder adquisitivo, importaciones que se duplicaron, tarifas dolarizadas y una política económica que, bajo la excusa de contener la inflación, destruyó el entramado productivo nacional.
“Desde que asumió Milei, el dólar subió casi cuatro veces, pero la electricidad aumentó siete, el gas ocho y el agua nueve veces. Eso significa que los costos en dólares se dispararon entre un 100% y un 150%. A eso sumale que el consumo cayó y que el Gobierno abrió las importaciones sin control. Es como apagar la máquina y abrir la puerta a la competencia desleal”, explicó.
Importaciones récord y contrabando
Meloni aseguró que la Argentina vive una situación inédita: “Tenemos un 90% más de oferta de productos textiles, con un 30% menos de poder adquisitivo”.
A esa ecuación perversa se suma el contrabando de ropa usada desde el desierto de Atacama —“el basural textil más grande del mundo”— y el ingreso masivo de indumentaria de plataformas extranjeras, como Shein, “ropa manchada de sangre, metafóricamente, por las condiciones laborales que la producen”.
Mientras Europa y Estados Unidos refuerzan aranceles y exigen certificaciones ambientales, Argentina desmanteló controles de calidad y redujo impuestos a la importación. “Trump los triplicó, nosotros los bajamos. Es absurdo. En el mundo se protegen y acá abrimos las compuertas”, criticó.
Desempleo y capacidad ociosa
El resultado está a la vista. Según la Fundación ProTejer, el sector acumula entre 12.000 y 14.000 despidos formales, más otro tanto en la informalidad. Cerraron unas 380 fábricas, y el uso de la capacidad instalada se desplomó al 40%, “uno de los niveles más bajos de la historia”.
“Hay empresas que trabajan tres semanas y paran una, o directamente de lunes a jueves. No hay ventas, no hay crédito y las tasas son impagables. Es inviable competir con productos importados subsidiados y sin control”, lamentó Meloni.
Reforma laboral y desconocimiento del gobierno
Consultado sobre la anunciada reforma laboral, el industrial fue tajante:
“El Gobierno no entiende nada de microeconomía. Están obsesionados con el Excel, pero no saben lo que es una fábrica.”
Meloni admitió que se necesitan “correcciones”, sobre todo para proteger a las pymes de juicios laborales abusivos, pero advirtió que “no es haciendo una revolución laboral como se genera empleo. Cuando el país tenía 4% de desocupación, la ley era la misma. El problema no es la ley, es la economía real”.
El espejo de Atacama y el futuro del trabajo argentino
El empresario también alertó sobre el impacto ambiental y social del modelo importador:
“El desierto de Atacama es el espejo de lo que viene: montañas de ropa descartada, contaminación y contrabando. Mientras tanto, los argentinos que producimos con normas sanitarias y laborales estamos siendo castigados.”
Meloni recordó que el sector textil emplea a más de 500.000 personas, en su mayoría mujeres, y tiene presencia en 19 provincias. Sin embargo, hoy sólo abastece el 35% del mercado interno, frente a un 70% de productos importados. Antes de Milei, la participación nacional era del 50%.
“Nos están empujando a desaparecer”, advirtió. “Hay que comunicar, hay que identificar dónde están los monopolios y defender la producción nacional. Si no, dentro de poco no habrá industria que proteger.”
El país sin tela para cubrirse
La palabra de Meloni resume el sentir de buena parte del empresariado pyme argentino: el experimento libertario convirtió al país en un mercado sin industria, donde el consumo se desploma y la competencia extranjera inunda los escaparates.
El sueño de la “Argentina productiva” se deshilacha, puntada a puntada, bajo el mandato de quienes confundieron libertad con abandono.
El vicepresidente de la Fundación ProTejer, Marcos Meloni, advirtió que la apertura indiscriminada de importaciones y los tarifazos destruyeron el sector textil, que hoy trabaja al 40% de su capacidad y perdió más de 12.000 empleos.
Marcos Meloni, empresario textil y vicepresidente de ProTejer, advirtió que el gobierno de Javier Milei generó una “tormenta perfecta” en el sector: caída del consumo, tarifas dolarizadas, importaciones récord y miles de despidos.
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